La interna en La Libertad Avanza (LLA) expone una trama compleja de poder, espionaje y sospechas de lavado de dinero en la búsqueda de librar la llamada "batalla cultural". La figura de Leonardo Scatturice, comparado con un "Lázaro Báez" de Milei, emerge como un ex agente de inteligencia con conexiones en el mundo de las finanzas y la política.
El Espía que no se Arrepintió: Scatturice y sus Conexiones
Scatturice, exiliado en Miami, fundó COC Global Enterprise, que adquirió FlyBondi. Paralelamente, su empresa Tactic COC LLC estableció un acuerdo con la SIDE para facilitar reuniones entre funcionarios argentinos y estadounidenses en temas de comercio e inversión. Su relación con asesores de Donald Trump, como Barry Bennett, añade otra capa de complejidad, conectándolo con la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), un evento clave para la nueva derecha global.
La División de Roles en el Gobierno de Milei
Javier Milei, siguiendo la lógica de Adam Smith, delega tareas. Karina Milei, junto a los primos Menem y Sebastián Pareja, controlan el armado electoral de LLA, mientras que Santiago Caputo y su equipo se dedican a la "batalla cultural" y la comunicación de campaña. El proyecto de Las Fuerzas del Cielo ha perdido peso en el armado político.
El Círculo de Confianza de Santiago Caputo
Los "socios" de Caputo se mostraron en la gala de la Fundación El Faro, un think tank libertario dirigido por Agustín Laje y donde Francisco Caputo, hermano de Santiago, tiene un rol importante. En el evento, figuras como Sebastián Amerio y María Ibarzábal Murphy, cercanos a Caputo, estuvieron presentes, mientras que otros actores de la comunicación digital quedaron fuera del radar.
La interna en LLA revela tensiones y estrategias en la construcción del poder, donde el espionaje, las finanzas y la comunicación juegan roles cruciales en la implementación de la agenda libertaria.