El controvertido peaje por congestión implementado en la ciudad de Nueva York sigue generando debate. Mientras la gobernadora Kathy Hochul celebra los ingresos millonarios y la reducción del tráfico, críticos lo tildan de un robo a mano armada que afecta principalmente a la clase media y trabajadora.
¿Un éxito rotundo según Hochul?
La administración de Hochul ha calificado el programa como un "gran éxito", destacando la recaudación de cientos de millones de dólares en solo seis meses. Argumentan que el peaje ayuda a las empresas a realizar entregas y ahorrar costos. Sin embargo, esta visión es cuestionada por muchos.
Críticas al Peaje por Congestión
Los detractores del peaje señalan que obliga a los neoyorquinos de clase media y trabajadora a pagar una suma exorbitante para poder llegar a sus trabajos, utilizando carreteras que ya fueron financiadas con sus impuestos. Además, argumentan que los costos adicionales recaen sobre los consumidores, con empresas como FreshDirect agregando tarifas adicionales a los clientes en la zona de congestión. Pequeños restaurantes también se ven afectados negativamente.
Matthew McDermott, en un artículo de opinión, compara la actitud de Hochul con la del famoso ladrón de bancos Willie Sutton, quien justificaba sus robos diciendo que "robaba bancos porque ahí es donde está el dinero". McDermott critica la falta de humildad de la gobernadora al jactarse de los ingresos generados a expensas de los ciudadanos.
Datos oficiales vs. Realidad
Según datos oficiales, el programa ha logrado reducir el tráfico y aumentar la velocidad de los autobuses en la zona de congestión, que abarca Manhattan desde la calle 60 hacia el sur. Sin embargo, el impacto económico en los ciudadanos y las pequeñas empresas sigue siendo una preocupación.
¿El Futuro del Peaje por Congestión?
La gobernadora Hochul ha pospuesto cualquier modificación al programa hasta después de las elecciones de noviembre de 2026. Sin embargo, se teme que, si es reelegida, los peajes podrían duplicarse en el futuro cercano. La controversia en torno al peaje por congestión en Nueva York está lejos de terminar.