La tensión en la península coreana sigue en aumento. Un alto funcionario surcoreano ha afirmado que Estados Unidos respondería con armas nucleares si Corea del Norte lanzara un ataque nuclear contra Corea del Sur. Esta declaración, realizada por Lee Jong-seok, candidato a dirigir el Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur, ha generado un intenso debate sobre la estrategia de defensa y disuasión en la región.
¿Respuesta Nuclear ante un Ataque Nuclear?
Durante una audiencia de nominación, Lee Jong-seok respondió afirmativamente a la pregunta de si Estados Unidos arriesgaría incluso su propia seguridad para defender a Corea del Sur en caso de un ataque nuclear norcoreano, incluso si Pyongyang desplegara misiles balísticos intercontinentales capaces de alcanzar suelo estadounidense. "Sí, esa es mi opinión", afirmó Lee, basándose en la sólida alianza de seguridad entre ambos países.
Esta postura refleja la doctrina de disuasión extendida, un compromiso clave entre Washington y Seúl, que busca asegurar a Corea del Sur que será protegida ante cualquier amenaza, incluso con el uso de armas nucleares si fuera necesario. La declaración también subraya la seriedad con la que Estados Unidos considera la amenaza del programa nuclear norcoreano.
El Programa Nuclear Norcoreano: Una Amenaza Creciente
Corea del Norte ha estado desarrollando su programa nuclear durante años, y se cree que ha acumulado suficiente material fisible para construir armas atómicas. Aunque aún no ha probado un misil equipado con una cabeza nuclear, su capacidad representa una grave preocupación para la comunidad internacional, especialmente para Estados Unidos y Corea del Sur.
En mayo, el líder norcoreano, Kim Jong Un, supervisó pruebas de sistemas de misiles balísticos de corto alcance que simulaban contraataques nucleares contra fuerzas estadounidenses y surcoreanas, demostrando la creciente sofisticación y alcance de su armamento.
Nuevo Gobierno, Viejos Desafíos
La nominación de Lee Jong-seok se produce bajo el nuevo gobierno del presidente Lee Jae Myung, quien asumió el cargo el 4 de junio. El nuevo mandatario, de orientación liberal, se enfrenta al desafío de mantener la estabilidad en la región, equilibrando las relaciones con Corea del Norte y reforzando la alianza con Estados Unidos.