El Caribe mexicano, y en particular las costas de Quintana Roo, enfrentan una nueva temporada de arribo de sargazo. Esta macroalga, que llega año tras año, impacta significativamente el ecosistema y la actividad turística de la región. A continuación, te presentamos un panorama actualizado sobre la situación del sargazo en las playas de Quintana Roo y las acciones que se están llevando a cabo para mitigar sus efectos.
Playas con Menos Sargazo: Un Respiro en el Caribe
Según la Red de Monitoreo del Sargazo en la Entidad, algunas playas presentan niveles bajos o nulos de sargazo. Entre ellas destacan:
- Playa Las Perlas
- Playa San Miguel
- Isla Contoy (sin recale)
- Cabo Catoche (sin recale)
- Puerto Morelos Centro
- Chiquilá (sin recale)
- Holbox Ferry (sin recale)
- Punta Mosquito (sin recale)
- Playa Chankanaab
- Playa San Francisco
- Isla de la Pasión
- Playa Punta Norte
- Playa del Carmen
Zonas Críticas: Playas Más Afectadas
La Red de Monitoreo del Sargazo también ha identificado zonas con mayor acumulación de sargazo, especialmente desde Riviera Cancún hasta Tulum. En estas áreas, las autoridades y la iniciativa privada están intensificando las labores de limpieza y contención.
Operativo Integral en Playa del Carmen
En Playa del Carmen, la presidenta municipal, Estefanía Mercado, lidera un operativo conjunto con la Secretaría de Marina (SEMAR) y ZOFEMAT para enfrentar el arribo masivo de sargazo. Más de 120 elementos navales, personal de ZOFEMAT y servidores públicos municipales trabajan arduamente en la recolección y disposición del alga. Se estima que se están recolectando hasta 200 toneladas diarias, protegiendo así el litoral, el turismo y la economía local.
El operativo se divide en dos fases: recolección manual temprana y posterior traslado y disposición con maquinaria especializada, logrando contener hasta el 80% del sargazo que llega a las costas.
La situación del sargazo en Quintana Roo es un desafío constante que requiere de la coordinación y el esfuerzo conjunto de autoridades, sector privado y la comunidad. El monitoreo continuo y las estrategias de contención son cruciales para mitigar los impactos negativos y preservar la belleza y el atractivo de las playas del Caribe mexicano.