Luis Brandoni, reconocido actor y figura del radicalismo, vuelve a ser noticia. Por un lado, protagoniza junto a Eduardo Blanco la nueva película de Juan José Campanella, "Parque Lezama", que se estrenará en Netflix Argentina. Por otro lado, sus opiniones sobre la política argentina, especialmente su visión sobre la figura de Raúl Alfonsín y la condena de Cristina Fernández de Kirchner, siguen generando repercusión.
"Parque Lezama": Una amistad inesperada en Netflix
La nueva película, filmada en el emblemático Parque Lezama de San Telmo, promete ser una historia conmovedora y humana. Dirigida por Juan José Campanella y protagonizada por Brandoni y Blanco, explora la amistad entre un veterano militante del Partido Comunista y un hombre que ha evitado toda confrontación. La producción está a cargo de 100 Bares Producciones y cuenta con un elenco talentoso que incluye a Verónica Pelaccini, Agustín "Rada" Aristarán, Manuela Menéndez, Alan Fernández y Matías Alarcón.
La trama de "Parque Lezama" se centra en la relación entre estos dos personajes, quienes a través de risas, recuerdos y sentimientos, construyen un vínculo profundo y lleno de matices. La película está basada en la exitosa obra teatral argentina "Parque Lezama", que a su vez es una adaptación de "I'm Not Rappaport" del dramaturgo estadounidense Herb Gardner.
Brandoni y la política argentina
Además de su carrera actoral, Luis Brandoni es conocido por su postura política. Recientemente, elogió la figura de Raúl Alfonsín, destacándolo como un "hombre de pueblo". En contraste, expresó su opinión sobre la condena de Cristina Fernández de Kirchner en la Causa Vialidad. La causa Vialidad, que culminó con la condena de Cristina Fernández de Kirchner, ha sido objeto de severas críticas por parte de juristas, sectores políticos y organismos de derechos humanos. Se advierte sobre presuntas irregularidades en el proceso judicial que comprometen garantías constitucionales básicas. Es clave abordar el tema con rigor, pluralidad de voces y responsabilidad editorial. Se señalan la falta de imparcialidad judicial, con vínculos entre jueces y actores opositores, acusaciones de lawfare (persecución judicial y mediática), la violación del principio de “non bis in idem”, la ausencia de pruebas directas contra Cristina Fernández, desigualdad en el tratamiento de la prueba, celeridad inusual del proceso, desproporcionalidad de las penas impuestas y exposición mediática parcial y anticipada del caso.