A 18 años de su fallecimiento, el recuerdo de Luciano Pavarotti en su ciudad natal, Modena, ha generado controversia. Mientras Verona prepara un gran evento con figuras internacionales como Laura Pausini, Andrea Bocelli y Plácido Domingo, Modena optó por una ceremonia íntima en el cementerio de Montale, con la presencia de autoridades locales y familiares, donde depositaron girasoles, las flores preferidas del tenor.
Un recuerdo discreto
La ceremonia, breve y precedida por una misa, fue considerada por algunos como insuficiente para honrar la memoria de un artista de la talla de Pavarotti. Luca Negrini, consejero de Fretelli d’Italia, expresó su descontento, señalando que el Maestro merecía mucho más. Mientras tanto, la ciudad se prepara para un concierto coral organizado por la Corale Rossini el 12 de octubre.
Comacchio rinde tributo con solidaridad
En contraste con la sobriedad de Modena, la ciudad de Comacchio celebró un evento multitudinario llamado 'Crossover Night', que reunió a más de 400 personas en un espectáculo que fusionó lírica y música ligera, siguiendo el espíritu innovador de Pavarotti. La velada también tuvo un componente solidario, con la venta de cojines a beneficio de la Associazione Giulia de Ferrara, que apoya a personas con discapacidad.
Pavarotti: Un legado de innovación y solidaridad
Nicoletta Mantovani, presidenta de la Fundación Pavarotti, destacó la capacidad del tenor para romper barreras entre géneros musicales y acercar la ópera al público masivo. El evento en Comacchio, con acceso preferencial para personas con discapacidad, reflejó el compromiso social de Pavarotti, quien siempre se mostró sensible a las necesidades de los demás.
Un faro del arte
El legado de Pavarotti trasciende lo musical. Su visión innovadora y su compromiso con la sociedad lo convierten en un referente cultural y un ejemplo a seguir. Más allá de los homenajes y las controversias, su música y su espíritu perduran en la memoria colectiva.