Los Ángeles, California – En una noche que prometía ser una fiesta para el LAFC, el San Diego FC (SDFC) se robó el show, demostrando que está listo para hacer historia en su temporada de debut en la MLS. Con un BMO Stadium repleto de 22,937 aficionados, un récord para el estadio, y con la presencia estelar de Son Heung-min, ex estrella del Tottenham Hotspur y capitán de la selección de Corea del Sur, el ambiente era electrizante.
Sin embargo, el SDFC, con Hirving “Chucky” Lozano y Anders Dreyer a la cabeza, aguó la fiesta angelina. Con una victoria 2-1, el equipo visitante no solo superó un déficit temprano, sino que también se colocó cinco puntos por delante del segundo lugar, Minnesota United, antes de su crucial encuentro en el Snapdragon Stadium.
El SDFC (17-7-5) logró su séptima victoria consecutiva como visitante, igualando el récord del St. Louis City FC de más victorias para un equipo de expansión en su temporada inaugural. Además, se colocó a un punto del récord de puntos de LAFC para un equipo de primer año (57 en 2018) y a un punto del Philadelphia Union por el Supporters’ Shield.
Dreyer, con su gol número 14 en el minuto 66, rompió el empate 1-1, aprovechando la inexperiencia de la defensa del LAFC. Jeppe Tverskov envió un pase largo entre los defensores Eddie Segura y Artem Smolyakov, permitiendo que Dreyer se internara en el área penal. Tras ser alcanzado por Segura y Smolyakov, el danés se detuvo, realizó dos toques largos hacia su izquierda y disparó un tiro de 9 yardas que se desvió hacia el gol.
La defensa del LAFC se vio debilitada por la ausencia de jugadores clave como Ryan Hollingshead y Aa. Esto permitió que el ataque del SDFC encontrara espacios y oportunidades para marcar la diferencia.
El partido fue un claro ejemplo de la ambición y el talento del San Diego FC, un equipo que ha llegado a la MLS para competir y dejar su huella. Con jugadores como Lozano y Dreyer, y un espíritu de equipo inquebrantable, el SDFC se perfila como un contendiente serio al título.