La tensa relación entre Elon Musk y Donald Trump ha escalado a un nuevo nivel, involucrando ahora a líderes republicanos en el Congreso. El detonante: las acusaciones de Musk sobre la falta de compromiso real con la reducción del gasto público por parte de Trump y su partido.
Musk arremete contra el "gran y hermoso proyecto de ley" de Trump
Musk no se anduvo con rodeos, calificando la propuesta republicana como una "abominación repugnante" llena de gastos innecesarios. Sus críticas se dirigieron directamente a Trump, al líder de la mayoría en el Senado, John Thune, y al Presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.
El ex jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Trump lamentó que el proyecto de ley no profundizara lo suficiente en la adicción al gasto de Washington. La oferta del Partido Republicano en la Cámara, ahora en proceso de modificación en el Senado, se fijó una meta de recortar 1.5 billones de dólares en gastos. Musk, por su parte, había establecido un objetivo de 2 billones de dólares en recortes a través de su iniciativa DOGE, pero se quedó corto, alcanzando solo 160 mil millones de dólares en sus cuatro meses como empleado gubernamental especial.
¿Quién tiene el poder en esta pelea?
Aunque la mayoría de los republicanos, si se vieran forzados a elegir, se inclinarían por Trump, la situación es más compleja. Musk no solo criticó a Trump y su agenda legislativa, sino que también insinuó la posibilidad de formar un tercer partido y advirtió sobre las consecuencias de elegir al bando equivocado.
"Trump tiene 3.5 años restantes como Presidente, pero yo estaré por aquí durante más de 40 años", escribió Musk en su plataforma X, dejando claro que considera tener una influencia a largo plazo. La disputa ha generado divisiones dentro del Partido Republicano, con figuras como Steve Bannon sugiriendo incluso la deportación de Musk.
El enfrentamiento entre Trump y Musk, dos figuras poderosas y controvertidas, promete seguir generando titulares y repercusiones en la política estadounidense. ¿Podrán reconciliarse? El tiempo dirá.