La final del Campeonato Africano de Naciones (CHAN) 2024 entre Madagascar y Marruecos prometía ser un choque de titanes, y no defraudó. Marruecos, buscando un histórico tricampeonato, se enfrentó a una sorprendente Madagascar, que llegaba a su primera final continental con la ilusión de una nación.
Marruecos: A por la Historia
Dirigidos por Tarik Sektioui, los Leones del Atlas demostraron por qué eran los favoritos. Sektioui había declarado antes del partido: “Para ganar una final hay que estar al 100% en cada aspecto”. Y sus jugadores respondieron. Con figuras como Oussama Lamlaoui y Youssef Mehri, Marruecos impuso su juego y buscó dominar el encuentro.
La Confianza Marroquí
Salaheddine Rahouli, mediocampista clave del equipo marroquí, había expresado la confianza del equipo: “Venimos por el título, es nuestro objetivo y queremos darle este trofeo a los aficionados marroquíes”. La presión era alta, pero la determinación del equipo era palpable.
Madagascar: La Cenicienta del Torneo
Madagascar, por su parte, no se amilanó ante el favoritismo marroquí. Romuald Rakotondrabe, el estratega malgache, había afirmado: “Estamos aquí por mérito propio. Marruecos es el favorito, pero nosotros también venimos a competir y a demostrar nuestro valor”. Y vaya que lo demostraron.
Unión y Fortaleza
El capitán de Madagascar, Nantenaina Elysee Tony Randriamanampisoa, destacó la unión del grupo como su principal fortaleza: “Estamos listos y concentrados. Será un juego duro, pero daremos todo por un buen resultado”. Esa unión fue clave para llegar a la final.
Un Partido para el Recuerdo
El encuentro, disputado en el Moi International Sports Centre de Nairobi, fue un duelo táctico y emocional. Marruecos buscaba imponer su experiencia, mientras que Madagascar apostaba por la garra y la sorpresa. Finalmente, Marruecos logró imponerse, conquistando el tricampeonato y escribiendo su nombre en la historia del CHAN.
Tarik Sektioui, tras la semifinal contra Senegal, había reconocido la dificultad del torneo: “El pase a la final ha sido ampliamente merecido frente a una sólida selección de Senegal”. Esa misma solidez fue la que les permitió levantar el trofeo ante una valiente Madagascar.