El 23 de agosto de 2008, el fútbol argentino grabó un hito imborrable en su historia. En los Juegos Olímpicos de Beijing, la selección nacional masculina se alzó con la medalla de oro tras vencer a Nigeria por 1-0 en una final electrizante. El gol, una joya de Ángel Di María, no solo significó la victoria, sino que también se convirtió en un símbolo de una generación dorada.
El Nacimiento de una Sociedad Legendaria: Messi y Di María
Más allá del oro olímpico, Beijing 2008 fue testigo del florecimiento de una conexión única: la sociedad entre Lionel Messi y Ángel Di María. Aunque ambos nacieron en Rosario, nunca habían compartido cancha hasta ese momento. Messi, de la categoría 87, ya brillaba en Europa, mientras que Di María, del 88, comenzaba a destacarse en Rosario Central.
El debut ante Costa de Marfil fue el escenario del primer destello de esta sociedad. Un pase en profundidad de Messi a Di María culminó en un gol anulado al Kun Agüero, pero la jugada marcó el inicio de una sociedad que le daría muchas alegrías a la selección argentina.
Un Gol para la Historia
La final contra Nigeria fue un partido tenso y disputado. El gol de Di María, un zurdazo magistral que superó al arquero nigeriano, desató la euforia en el estadio y en todo el país. Ese gol no solo le dio el oro a Argentina, sino que también consolidó a Di María como un jugador clave en la historia de la selección.
El equipo dirigido por Sergio Batista contaba con figuras de la talla de Messi, Agüero, Mascherano y Riquelme, pero fue el gol de Di María el que selló la victoria y grabó sus nombres en la memoria colectiva. Años después, esta sociedad Messi-Di María continuaría cosechando éxitos, incluyendo la Copa América 2021 y el Mundial de Qatar 2022.
- El gol de Di María en la final de Beijing 2008.
- El inicio de la sociedad Messi-Di María.
- La consolidación de una generación dorada del fútbol argentino.