Ciclón Devastador en Brasil: Río Grande do Sul en Estado de Emergencia

Un ciclón extratropical ha azotado con fuerza el estado de Río Grande do Sul, en Brasil, dejando un panorama desolador y al menos 47 personas fallecidas. Las autoridades han declarado el estado de emergencia en varios municipios, mientras equipos de rescate y asistencia trabajan contrarreloj para socorrer a los damnificados.

Destrucción y Caos en la Costa Norte

La costa norte del estado ha sido la más afectada por el ciclón, con vientos que superaron los 100 kilómetros por hora. Capão da Canoa se encuentra en estado de calamidad, con derrumbes parciales de edificios, techos arrancados de cuajo y cortes masivos de electricidad.

En Imbé, la situación es similar, con postes y árboles caídos sobre calles y vehículos. Parte del garaje municipal se desplomó sobre el Puente Giuseppe Garibaldi, un símbolo de la región. Balneário Pinhal y Cidreira también sufrieron voladuras de techos generalizadas y apagones eléctricos.

Impacto en el Interior del Estado

El ciclón no solo afectó la costa. En Capivari do Sul, la caída de postes sobre la ruta RSC‑101 interrumpió el tráfico, mientras que en Caraá, varias comunidades quedaron sin energía debido a los daños en las infraestructuras. En el centro del estado, Cachoeira do Sul enfrentó inundaciones en la ruta BR‑153, y en Erechim se registró el colapso parcial de una vivienda.

Otros municipios como Barra do Ribeiro, Cerro Grande do Sul, Itati y Maquiné también sufrieron cortes de luz, daños en techos y aislamiento parcial por la caída de postes.

Respuesta y Recuperación

Equipos municipales, concesionarias eléctricas y Defensa Civil trabajan arduamente en tareas de limpieza, restauración del suministro eléctrico y distribución de lonas para las viviendas afectadas. Las ráfagas más intensas alcanzaron los 127 kilómetros por hora en Cambará do Sul, y en zonas como Canguçu y Porto Alegre se registraron velocidades entre 102 y 106 kilómetros por hora.

Las autoridades advierten sobre el fuerte oleaje en las costas del sur y sudeste brasileño, con riesgo de erosión costera y mar agitado. La prioridad ahora es asistir a los damnificados y comenzar la reconstrucción de las zonas afectadas.

Compartir artículo