Ángela Torres en el ojo de la tormenta: Robo en Japón y cruce con Milei

Ángela Torres se encuentra en el centro de la polémica luego de confesar en el programa 'Nadie dice nada' de Luzu TV que robó "algunas cositas" durante un viaje a Japón que realizó con su ex pareja, Rusherking. La revelación generó controversia en redes sociales y hasta desató un cruce con el presidente Javier Milei.

La confesión que encendió la polémica

Durante la entrevista, Ángela relató con humor cómo tomó "prestados" pequeños objetos en Japón, justificándose con la idea de "rendir honor" a su nacionalidad argentina. "Robé en TM y también robé en otro lugar... Robé unas cositas también en Japón, no es grave. Fue en Japón y una boludez. Allá son tan correctos que nadie se imagine que alguien puede robar. Entonces, decís: ‘Soy argentina, tengo que rendir honor‘", comentó entre risas.

La reacción en el estudio fue de sorpresa, con Nicolás Occhiato señalando que robar no está bien. Ángela intentó minimizar la situación, explicando que se trataba de "300 millones de golosinas" y que solo había tomado "un caramelito, un chocolate". Sin embargo, la anécdota no fue bien recibida por muchos usuarios en redes sociales.

Milei se suma a la controversia

El incidente escaló cuando Javier Milei compartió el video de la confesión en su cuenta de X (ex Twitter) y lo acompañó con el mensaje: "El virus kuka no falla. Fin". Esta publicación generó aún más revuelo y críticas hacia la cantante.

Este no es el primer cruce de Milei con artistas. Anteriormente, el presidente se había enfrentado públicamente con Lali Espósito y María Becerra, generando debates sobre la libertad de expresión y el rol de los artistas en la política.

Repercusiones y críticas

La confesión de Ángela Torres desató una ola de críticas en redes sociales. Algunos usuarios la acusaron de cometer un delito en otro país y de dar una mala imagen de Argentina. Otros relacionaron su anécdota con su cercanía a figuras del kirchnerismo, como Ofelia Fernández.

La polémica continúa generando debate y pone en el centro de la escena la responsabilidad de las figuras públicas al compartir anécdotas que pueden ser interpretadas como apología de conductas inapropiadas.

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